Abandonó Getxo hace dieciséis años para perseguir un sueño en Madrid, ser actor. No ha trabajado nunca en su tierra y lleva nueve años con una bata blanca como vestuario principal de su papel, el doctor Sotomayor de Hospital Central. Echa de menos los pintxos de tortilla de patata, con tx, como él dice, del puerto viejo de Algorta. En Madrid sólo encuentra tapas y cañas.También añora la comida de su madre. Se siente contento porque tal y como están los tiempos no se puede quejar: tiene trabajo en televisión y en teatro. ¿Qué es un hospital para usted?
Si nos ceñimos a lo que es la serie, un hospital para mí es un lugar de diversión.Hago lo que me gusta, actuar. Es una serie que me permite tener tiempo para mis cosas, me dejan opinar y cuando tengo otro proyecto entre manos lo puedo cumplir.
Después de tantos años en una serie de médicos casi le tendrían que considerar uno de ellos.
No es para tanto, yo estoy preparado para ser solamente ministro de Sanidad, ahí sí creo que llego de sobra. Ser médico tiene que ser difícil y duro.
¿Se hubiera planteado alguna vez serlo?
Jamás, nunca estuvo entre mis intenciones. Encasa sí que querían que fuera médico antes que actor. Pero ahora ya lo tienen todo, un actor que se pone la bata blanca.
¿Quién es usted en la calle: el doctor Sotomayor o Antonio Zabálburu?
El doctor es el que se lleva todas las atenciones en la calle.Hay quien confunde realidad con ficción y hasta me piden recetas, ja, ja, ja… Piensan que soy médico, es normal, sólo me ven con bata.
Dice que entre sus intenciones no estuvo la de ser médico, ¿qué hubiera sido de no ser actor?
Si hubiera tenido talento hubiera sido músico, tal vez pintor, compositor, pero nunca hubiera sido médico. Eso de ver el cuerpo humano por dentro tiene que ser muy difícil, no me atrevería.
¿Se imaginaba hace dieciséis años su situación actual?
No,no me imaginaba que iba a estar viviendo de esto tanto tiempo. Soñaba con que pudiera ocurrir, pero me ha sorprendido la suerte que he tenido. Se fue joven de casa para ser actor. Supongo que pondrían el grito en el cielo.
¡Qué va! Todo lo contrario,me animaron a hacerlo. Quizá hubieran preferido que fuera médico u otra cosa de esas que se consideran más serias y seguras, pero cuando se dieron cuenta de que yo quería ser actor me animaron a hacerlo.Es más, mis padres han participado en algún cameo de la serie. Están contentos.
¿Le ha comentado alguien que Hospital Central no tiene que ver nada con la realidad?
No podemos ajustarnos a la realidad porque sería muy aburrida.En la ficción jugamos con licencias y atractivos. Las series americanas como House o Urgencias tienen un asesoramiento más técnico y más profundo, pero seguro que hasta esas están a años luz de la realidad. No podemos comparar, la realidad es otra cosa.
¿No se aburre en la serie tanto tiempo, no ha tenido tentaciones de dejarla?
Claro, es mucho tiempo, pero cuando hemos tenido situaciones de crisis siempre ha habido propuestas interesantes. Cuando he tenido que hacer otras cosas fuera de la televisión, siempre me han ayudado para compaginar, en eso no he tenido muchos problemas. Tal y como están las cosas fuera, mejor tener algo seguro.
¿Le gusta la seguridad?
A quién no, pero no la seguridad que me obligue a hacer algo que no me gusta. En estos momentos estoy bien, vivo el día a día con cierta tranquilidad, toda la que puede tener un actor.
¿No se ve encasillado como doctor Sotomayor?
¡Menos mal que me han encasillado en algún sitio! Es una suerte por decir cuál es mi personaje y dónde me pueden ver.
También le encasillan como un actor atractivo.
Perdona, pero eso no lo había oído. Ja, ja, ja… Atractivo, ¿eh? Bueno, no sé qué decir, pero casi mejor eso a que digan que soy un desastrado, ¿no? Me quedo con lo de atractivo.
¿Echa de menos su tierra o se ha convertido en un madrileño total?
Esto es un desastre, no hay más que ruido, mucho ruido. Hay agresividad acústica y nada que ver lo que son las montañas del norte, la comida, el mar, la gente… En Madrid hay mucho ruido y está un poco agujereado, siempre con obras. Quita, quita, me quedo con lo del norte, con Getxo, con Bilbao, con Pamplona,Vitoria, Donostia, qué paz, que tranquilidad.
Salir en televisión da fama y atractivo a sus personajes, ¿nota que liga usted más?
¿Ligar? Qué va, nada. Se acerca la gente, se interesan por el personaje, pero hasta ahí llego, no más.
¿Dónde liga más en Madrid o en Euskadi?
¡Que no ligo! En Euskadi la serie se ve más que en Madrid, así que me conocen más. Se acerca la gente, pero ahí está la distorsión, no sabes si quieren sólo saludarte o algo más. Ja, ja, ja... Ligar, ligo poco.
Decía que echaba cosas de menos, entre ellas las comidas. ¿Qué platos son los que no tiene en Madrid?
La comida de mi madre, los pintxos con tx, esa tradición de ir a tomarte un vino y comerte dos o tres pintxos. Cuando estoy en Getxo voy siempre al puerto viejo y como una de las mejores tortillas de patata del mundo.
Los jóvenes se independizan tarde, ¿le costó a usted dejar su casa e irse a Madrid?
No, no mucho. Yo era un adolescente casi y lo que quería era salir de casa y conocer cosas. Así que mucho, mucho no me costo.
¿Ha tenido que hacer otros trabajos para poder comer?
Tuve una racha baja y conseguí, gracias a unos primos, ser monitor de campamento. Fue una temporada breve, pero me lo pasé muy bien como monitor, lo prefiero a camarero, que es el trabajo que hacen o han hecho otros colegas. Prefiero el aire libre y enseñar a los chavales a montar en piragua que servir copas,me gusta más todo lo que sea aire libre.
¿Resulta difícil la incertidumbre del trabajo?
Es algo que asumes cuando decides ser actor. Nunca sabes qué va a pasar.Yo sé que acabo de hacer varias secuencias, pero no sé hasta dónde va a durar. Si la serie acaba mañana, tampoco lo sé yo. Cuando empiezas un trabajo no tienes ni idea por cuánto tiempo va a ser.
¿Qué aficiones tiene?
Soy un fanático del cine y me gusta la lectura. Me gusta quedar con amigos, salir al campo, deportes, meterle caña al cuerpo...
¿Gimnasio?
No, no me gusta nada. Soy más de hacer cosas al aire libre.
¿Sigue la moda?
Soy bastante desastre, me gusta la ropa, pero no soy un adicto y con la moda un desastre total, voy ami aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario