Inma Cuesta Actriz
«Creen que soy sexy, pero me ven y se decepcionan»
Dice Inma (Valencia, 1980) que cuando sea mayor quiere ser buena actriz y mamá, «y también cantante, fotógrafa y pintora». Hace retratos a sus amigos «a mi manera». Lo mejor de ser joven, dice, es que «lo tienes todo por hacer», y lo peor de envejecer, «pensar en lo que pudiste hacer y no hiciste». Tiene pendiente aprender inglés, ir al gimnasio y dar la vuelta al mundo en avión. Tiene miedo a la enfermedad y a perder a la gente que quiere. Cree que un poco de «photoshop» está bien, «pero a veces se pasan». ¿Vicios? «El vino y el chocolate».
-Vuelve la serie «Águila Roja» (TVE), en la que usted es Margarita. Y dicen que se ha convertido en una de las mujeres más deseadas de España...
-Si alguien me mira con deseo, me pongo nerviosa. No me siento muy deseada. No me veo en el papel de chica sexy. Hay días que me levanto y me veo bien; otros me digo: estás para quedarte en casa, Inma.
-Antes trabajó en «Amar en tiempos revueltos». ¿En los tiempos revueltos se ama de otra manera?
-Cuando hay crisis, sólo consuela el amor. Se sale menos y se ama más. Ya verá cómo crece la natalidad con la crisis.
-Y descienden los divorcios: las parejas aguantan juntas más tiempo por falta de medios...
- Personalmente, las bodas me parecen un atraso. El matrimonio es la tumba del amor. Y encima ahora no hay para contratar a un abogado, y menos para alquilar otro piso...Vivir aguantándose no es vivir. Una solución: volver a casa de los padres.
-Hija, otra vez a casa de los padres...
-Bueno, si no hay más remedio... Yo me fui con 18 años. Y he vivido de mi trabajo.
-Aseguran de usted que es tímida y a la vez una mujer con carácter.
-¿Tímida? No. Tengo mucho morro para todo. Soy muy abierta. Es verdad que tengo carácter: pongo firme a todo el mundo, también a mí misma.
-Su personaje en la serie es el de una mujer que soporta bastante.
-Margarita aguanta cosas que yo no podría: los malos tratos, las vejaciones... Si a mí un hombre me dice vete, yo me voy. Ni me lo pienso.
-Su marido en la ficción, jugador y pendenciero, la ha dejado. ¿Mejor abandonada que sufridora?
-Lo mejor es largarse antes de pasarlo mal. No hay que aguantar a nadie.
-La gaviota está en el anagrama del PP¿El águila roja podría ser el símbolo del PSOE?
-Es broma, ¿no? Ni idea. No entiendo mucho de estas cosas.
-¿Cree en la amistad entre hombre y mujer sin sexo de por medio?
-Sí. Uno de mis mejores amigos es un hombre. Pienso que es más complicado para ellos porque casi siempre esperan sexo a cambio.
-Su cuñado en la serie, Gonzalo, es maestro durante el día y héroe secreto cuando se pone el sol. ¿Le gustaría ser otra cosa por la noche?
-Sí: bruja montada en su escoba.
-¿No le tienta una doble vida?
-Todos tenemos una. Yo tengo mi vida real además de la que me inventan. Creen que soy sexy, que vivo en una gran casa, pero luego te ven pequeñita y se decepcionan.
-En EE UU hace furor la operación de rejuvenecimiento vaginal. ¿En el Siglo de Oro, el de su serie, ya había reparadoras de virgos?
-Sí, creo que algo de eso aparece en La Celestina. En el siglo XVII podía tener sentido, pero hoy... Qué absurdo.
-Le parece indecente gastar dinero en...
-Drogas. Y un bolso de 5.000 euros o en un vestido de 100.000.
- ¿Y en langostinos y percebes?
-Soy alérgica al marisco.
-No se imagina lo que se lo agradecerán sus novios...
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