Antonio Zabálburu: ''A Sotomayor y a mí nos une la pasión por el trabajo''



02/01/2010 - Ángeles F. Maira / El Progreso (Lugo)

Perteneciente a una saga familiar de médicos, el bilbaíno Antonio Zabálburu aborrece la medicina. Pero, piruetas del destino, acabó convirtiéndose en uno de los doctores más populares de España gracias a su personaje en la serie 'Hospital Central', que emite Telecinco, donde interpreta al atractivo Javier Sotomayor.

PREGUNTA: Su infancia transcurrió en Neguri, uno de los barrios burgueses de Bilbao, aunque usted presuma de ser un 'currante' nato...
RESPUESTA: Sí, bueno, allí es donde reside mi familia y donde yo viví.

P: Hasta que decidió marcharse a Madrid para convertirse en actor tras matricularse en la Escuela de Arte Dramático.
R: En realidad no estudié en la escuela estatal, sino en una privada que se llama William Leyton, donde estuve tres años. Después ya me fue saliendo trabajo a través de la escuela, porque como algunos profesores también eran directores o son actores en activo, pues tuve la fortuna de que me saliera trabajo y de conocer a otra gente.

P: ¿Cómo fueron sus comienzos profesionales?
R: Mi primer trabajo fue en el teatro, en una obra de Schiller, 'María Estuardo'. La directora era María Ruiz, que también es profesora de la escuela. Después tuve la oportunidad de empezar en una compañía de teatro de repertorio clásico que llevaba muchos años como compañía independiente. La conocí a través de un amigo, que me presentó a aquella gente, me hicieron una prueba y acabé quedándome con ellos durante dos años.

P: ¿De qué compañía se trataba?
R: De la compañía Zampanó. Sus integrantes se disolvieron después de veinte años trabajando juntos. Yo estuve con ellos un par de temporadas, haciendo Calderón de la Barca, algo de Lorca... me encantaba. Era como un sueño porque salía de la escuela y estaba haciendo prácticas en teatro clásico y con gente que venía del mismo sitio que yo, que conocían a mis profesores, algunos habían sido alumnos de los fundadores de la escuela... Estaba como en casa y aprendí muchísimo.

P: ¿Cómo tiene lugar su incursión en un medio tan diferente del teatro como es la televisión?
R: Por fortuna tuve la suerte de conseguir, también a través de un compañero, una representante estupenda, que es Paloma Juanes. Paloma me consiguió una prueba en 'Compañeros' —antes había picado también en otra serie titulada 'Más que amigos'—, que fue mi primer trabajo fijo en una serie, donde pude desarrollar mi personaje. A partir de ahí lo fui compaginando con alguna cosita de teatro, ¡y también con mucho tiempo de paro! hasta que salió, como dos años después, 'Hospital Central'. Y estuve entrando, saliendo...

P: Hasta ahora...
R: En 'Hospital Central' ya llevamos diez años.

P: Engancharse en una serie así debe ser, para un actor, como que le toque la lotería. ¿Le ha resuelto la vida ?
R: La verdad es que casi. Que la serie tenga tanto tirón, durante tanto tiempo, y que el personaje siga encajando durante diez años es una suerte. Hay una especie de equilibrio inestable, pero es muy curioso seguir tanto tiempo con la misma gente. Supongo que ahí está el truco. Hay muy buena relacion entre todos y hay muy buenos profesionales. El trabajo se ha convertido en una familia y en un divertimento.

P: ¿Trabajar en una serie no resulta demasiado sacrificado?
R: La gran suerte que tenemos es que se respeta mucho el horario. Trabajamos de nueve de la mañana a seis de la tarde, salvo que haya exteriores o se trabaje con el 061, pero en el estudio tenemos mucho tiempo libre. De hecho, creo que es la serie menos pesada de las que hay en antena para sus intérpretes. Como somos muchos y hay muchas tramas, tienes muchos ratos de descanso.

P: ¿No quema mucho estar tanto tiempo haciendo lo mismo?
R: Realmente, hay que ir viviendo las circunstancias, depende de muchos factores. En particular, depende de como va avanzando el personaje, de qué atractivo tiene para uno el contar lo que está contando. Luego hay que mediar con los guionistas, con los productores... tratar de llegar a buen puerto entre todos. Nos facilitamos mucho las cosas para sacarle partido. Yo creo que si hay una buena actitud por parte de todos, de contar cosas interesantes, no te cansas. Si aparece el aburrimiento es que algo está haciendo aguas y hay que ver dónde está el agujero y si se puede arreglar o si hay que cambiar de barco.

P: ¿Si no hubiera sido actor sería médico?
R: Eso nunca, ¡jamás!

P: ¿A pesar de pertenecer a una larga saga familiar de galenos no le tira ni un poco?
R: Para nada. Vengo de una familia de médicos y ya les hubiera gustado a ellos que yo también lo fuera...

P: ¿De qué manera se identifica Antonio Zabálburu con el doctor Sotomayor?
R: En la profesionalidad y en la pasión que tiene por el trabajo. Los dos somos vocacionales, yo y el doctor.

P: Además de la serie, ¿está haciendo otras cosas?
R: Soy como mucha gente en esta profesión, muy inquieto y muy activo. Siempre está uno queriendo expresar algo y si yo mismo me puedo dar el placer de coger una cámara, dirigir, escribir o producir lo que quiera contar, pues eso es lo que más me atrae. Como tengo gente alrededor que más o menos lleva la misma inquietud dentro, nos vamos contagiando los unos a los otros y siempre acabamos haciendo un corto o un largometraje. El caso es seguir en este mundo, desde todos los campos que sea posible.

P: De hecho, tiene una productora.
R: Sí. Se llama Ola vertical, Ola de mar. Produje hace dos años un largometraje, 'Malas noticias'. Estamos ahí, moviéndolo por festivales, está en digital y vamos a ver si podemos hacer un estreno en Madrid, aunque sea entre amigos, y seguir moviéndolo, a ver si tenemos la suerte de poder llevarlo al cine y proyectarlo en una sala en condiciones. Estoy moviendo muchos hilos.

P: ¿Le gusta la producción?
R: Para producir hay que tener otro tipo de materia, ser más burocrático. Yo me puedo dedicar a dirigir actores o a actuar. En esta película hago uno de los papeles y la producción, es decir, reunir el equipo, el material; todas esas cosas para las que descubrí que no sirvo. Puedo ser creativo en cuanto al desarrollo de los personajes, no en cuanto a la producción de un equipo. Ya me gustaría delegar en otra persona, porque es duro, muy duro.

P: También está haciendo teatro.
R: Estoy de gira con una obra de Luigi Pirandello —unos cuentos adaptados de este dramaturgo— que dirige Natalia Menéndez. Se titula 'Tantas voces'. Es lo último que escribió Pirandello. El mismo año que murió decidió escribir un cuento diario, aunque no pudo culminar su proyecto.

P: ¿En que medio se encuentra más a gusto trabajando??
R: En donde me rodee gente agradable, con la que tenga sintonía.Si eso no se da, por mucho que mi personaje sea estupendo, acaba minando mi propio trabajo.

P: De toda su filmografía, ¿con qué película se quedaría: 'Malas noticias', 'África', 'Sabor latino', 'La marcha verde'...?
R: De todas tengo buenos recuerdos, pero sin duda me quedaría con un pequeño papel que hice hace tres años en 'Vete de mí', una cinta dirigida por Víctor García León. Fue una delicia poder trabajar con Juan Diego y ser dirigido por Víctor, el hijo de García Sánchez. Ésa fue una experiencia imprescindible para mí.

P: Es evidente que le gusta el cine.
R: Me encanta y sigo haciendo mis cosas, aunque sea en formato digital.

P: ¿Cúales son sus referencias en este ámbito?
R: Cantidad. Por cada década, desde la de los veinte hasta la actualidad, tengo varias. Podría citar desde películas de Frank Capra, Orson Welles, Jonh Ford, Sidney Lumen o cualquiera de Spencer Tracy, hasta el cine actual. Me gusta el cine en general y en concreto. Mamo de todo el cine. Para mí ha condensado todos mis sueños, vistos a través de Spencer Tracy o de cualquier actor de aquella época, hasta lo más moderno de ahora.

P: ¿Tiene preferencia por algún director en especial?
R: Sidney Lumet es uno de los que más me gusta.

P: ¿Si no fuera actor qué le gustaría hacer en la vida?
R: Cualquier forma de expresión me encanta. La música tiene un atractivo increíble. Si tuviera talento en cualquier forma de expresión me gustaría: la escritura, la música, hacer edificios, ¡qué sé yo!

P: Dice que le gusta la música, ¿toca algún instrumento?
R: Sí, la guitarra. Es un instrumento que me encanta.

P: Además del arte, ¿qué le interesa en la vida?
R: Soy muy de campo. Ahora mismo me interesa estar con mi pareja por ahí, perdidos en la montaña.

P: ¿El último libro que ha leído?
R: Uno de Stefan Zweig, 'Memorias de un europeo'. Imprescindible.

Fuente: http://elprogreso.galiciae.com/nova/45533.html

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